[Sus Obras (20)]
Biografía
Obras subeditadas para todo el mundo (menos la Argentina) a WARNER-CHAPPELL
Fernando Otero, compositor y pianista argentino, encontró su voz como músico y lider de proyectos cuando, ante la sugerencia de uno de sus profesores, comenzara a incorporar el sonido de su ciudad natal, Buenos Aires.
Tenía catorce anos entonces, con un talento excepcional, y era un serio estudiante de música clásica , con la habilidad de ejecutar una variedad de instrumentos musicales desde temprana edad. Al día de hoy, el resultado es una expresión musical con raíces en el tango y la música de Buenos Aires, pero la presencia de la improvisación propia del Jazz y la orquestación y marco formal que caracteriza a la música clásica contemporánea.
Articulos en el New York Times y revistas especializadas como Jazziz o Downbeat elogian abiertamente el nivel pianístico y compositivo de Fernando Otero, situándolo como una figura de innovación en la escena mundial de actualidad.
La experimentación es sin duda un camino que Otero ha transitado, en conjunto con una sólida formacion musical.
Y sus primeras experimentaciones fueron grabaciones caseras rudimentarias durante su infancia, en el baño del departamento en el que creció, en el centro de Buenos Aires. La construcción de marmol proveía buenas condiciones acústicas, y un grabador multipista de cuatro canales registraba todo lo posible de lograr con instrumentos transportables al recinto.
Con el paso del tiempo, Otero fue perfeccionándose en el arte de navegar un verdadero estudio y obtener amplios resultados sonoros, siendo requerido para producir, grabar, mezclar y arreglar -mayormente para orquesta sinfónica- por otros artistas locales como Mercedes Sosa, Nacha Guevara y Alberto Cortez.
Si bien la orientación que recibía era mayormente clásica, su interés por la música popular era creciente, a menudo prestando mas atención a los discos de rock y jazz que su hermana mayor escuchaba entonces, que a sus lecciones formales. Otero se mostraba muy abocado a su trabajo musical y tal vez poco interesado por difundirlo, a pesar del clamor que causaron sus primeras presentaciones en publico, material registrado en su primer CD "X-Tango" .... "Mi maestro de música, Marcelo Braga Saralegui, me mostró la posibilidad de desarrollar una expresión musical a partir del sonido del tango, recurriendo a las raíces del género nativo de mi ciudad. No necesariamente tango propiamente dicho, pero el sonido de las calles, la atmósfera circundante. Empecé a incluir el bandoneón, que siempre fue uno de mis instrumentos preferidos y me dediqué a poner de pie mi primer proyecto, X-Tango...".
Veinte anos pasaron desde que Otero prestara sus oidos a estas ideas valiosas, y desde entonces ha mantenido su visión de X-Tango.
En su album debut con Nonesuch-Warner Music, de titulo "Página de Buenos Aires", Otero evoca un sentimiento de Buenos Aires que uno puede sentir aun sin jamás haber estado allí anteriormente, y mucho es por medio de su uso innovativo del Bandoneón, el instrumento corazón del Tango.
Pero el mundo que estructura Otero es completamente su invento propio. El Tango es un punto de partida para un sonido instrumental que incluye el aspecto de improvisación característico del Jazz dentro de una estructura formal de música clásica contemporánea.
En su ultimo CD sus composiciones son a veces cortas, a veces largas, muy intensas, y contienen gran cantidad de dinámicas que sorprenden, impredecibles, a quien las escucha por primera vez.
Como compositor, Otero es a la vez rigoroso y lúdico. No es una sorpresa que el siempre temerario cuarteto de cuerdas Kronos Quartet le haya comisionado composiciones, con un reciente estreno, de titulo "El Cerezo", presentada en el Carnegie Hall en Febrero 2008.
En "Pagina de Buenos Aires", Fernando Otero presenta sus composiciones originales dentro de varios diferentes formatos.
En Solo Piano; en dúo, junto al violinista Nick Danielson; trío, con bandoneón, contrabajo y piano; un quinteto de bandoneón, violín, cello, contrabajo y piano. Dos piezas para bandoneón y Orquesta- conducida por Otero, destacando a Héctor Del Curto como solista.
La mayor parte de este trabajo es de nueva factura, aunque versiones de estas piezas se encuentran en albumes anteriores.
Este trabajo ilustra claramente la amplitud, consistencia y madurez de la visión de Otero.
"Su música es muy expresiva", dice Nick Danielson, un distinguido artista que ha colaborado con Wynton Marsalis, Wayne Shorter, Orpheus Chamber Orchestra, y muchos otros. "No es facil de tocar por la simple razón de que es imprescindible estar muy envuelto emocionalmente." Otero muestra haberse dedicado de lleno a su trabajo musical, mucho más que a la maquinaria social de su carrera, la cual ha dejado decantar por su propio peso específico.
Radicado en New York desde hace ya más de una década- adonde Otero llegó por cuestiones personales románticas y no en busca de oportunidades o proyección-, su trabajo, antes de llegar al gran publico, atrajo la atencion y propuestas de Quincy Jones, Dave Grusin, Eddie Gomez, Kronos Quarteet, los Hermanos Assad, Lenny White, Dave Valentin y Paquito D'Rivera, entre otros.
Su disco "Plan", grabado en 2002, consiguio movilizar a una interesante audiencia, conformada generalmente por otros artistas, que comenzaron a incluir a Otero en sus proyectos, como compositor y pianista. Fue así que Salma Hayek presentó a Fernando con Quincy Jones en una fiesta en su casa, en Beverly Hills,California. Luego en Los Angeles, tras un concierto de solo piano que duró dos horas, Quincy Jones se acercó a Otero con la simple pregunta; "¿...Qué es lo que te gustaría hacer?..." Otero describe este episodio diciendo "... Santa Claus se personificó esa noche ..."
La composición y el piano de Fernando continuaron apareciendo en programas de jazz y música clásica contemporánea en forma simultánea. Una temporada completa en Birdland con Paquito D'Rivera, y al mismo tiempo presentandose en Lincoln Center con la Jazz Orchestra de Chico O'Farril, en Carnegie Hall con el Kronos Quartet, en Iridium con Eddie Gomez, o en dúo con Nick Danielson tambien en Lincoln Center.
"Tiempo atras" dice Paquito D' Rivera, "... mi trompetista Diego Urcola me habló de Fernando Otero -por quien siente un enorme respeto- y me hizo escuchar el disco 'Plan". Quise ir a verlo tocar de inmediato, y fui a su siguiente show en Manhattan, y tocaba esa noche con el violinista Nick Danielson. Me quedé tan impresionado con lo que escuché que invité a Fernando a tocar piano conmigo y grabar su "Milonga 10" para mi proximo CD. También propuse a Nick su participación en mi serie de conciertos en Lincoln Center. Desde entonces, Otero es uno de mis compositores favoritos"...
Fernando Otero creció en un medio ambiente empapado de musica y artes en general. Su padre, un actor, tuvo un accidente automovilístico cuando Otero tenia un año de edad, y falleció tiempo después como consecuencia. Así que su madre, Elsa Marval, cantante de ópera de fama internacional, fue quien acompañara paso a paso el creciente interés de su hijo por la expresión artística.
Sus padres son argentinos de primera generación, y sus abuelos llegaron de España y Francia. Como recuerda Fernando ..."La música era un hecho natural en casa. Teníamos piano, guitarras, flautas, microfonos y grabadores. Todos mis juguetes predilectos. Mi hermana también cantaba y tocaba piano. Y nunca pensé en ser musico o no serlo. Simplemente lo era. Desde siempre. No recuerdo haber siquiera pensado en hacer alguna otra cosa de mi vida, ni dudar. Jamás..."
Y su madre siempre alimentó todo deseo de Fernando. Ya fuera comprar nuevos instrumentos o discos, tomar lecciones, asistir a recitales de todo tipo.
A los cinco anos comenzó con piano y lecciones de canto. La guitarra a los diez. Luego se interesó por la batería, que produjo los primeros serios incidentes vecinales ante su participación en un trío de rock, a los trece anos. "...Cualquier cosa que pidiera a mi madre, si estaba relacionada con un aspecto musical, traía un Sí como respuesta. Mi madre me llevo al Teatro Colón de Buenos Aires, a escuchar a la Orquesta Sinfónica Nacional Argentina, conducida por Domingo Marafiotti, quien luego sería mi maestro. Me quedé tan fascinado con ese sonido, que pensé, y casi decidí, que eso era lo mío. Ese era mi vehículo de expresion. Las clases de Composición, Orquestación y Dirección Orquestal con Marafiotti reafirmaron mi inclinación, casi definitiva, por la música instrumental. Comencé a admirar a Alberto Ginastera, Bela Bartok, Igor Stravinsky, todos compositores que acudían a las influencias de la música autóctona de sus países. Dentro de la musica de Sudamerica, algunas influencias importantes para mí fueron Osvaldo Pugliese, Egberto Gismonti y Hugo Fattorusso.
Por muchos anos, el joven Otero pensó que su voz sería el principal instrumento para sus composiciones, seguramente parte de su ADN musical. Y fue durante su adolescencia que su interés por la música instrumental -el jazz y obras de cámara y sinfónica- fue ganando un mayor espacio. Fernando había vocalizado durante su infancia y recibido clases de canto de su madre y su abuela materna. En sus primeros proyectos su voz era el elemento principal, pero a medida que fue incorporando el manejo técnico de la composición para cuarteto de cuerdas, orquesta sinfónica e improvisación, su expresión se fue orientando hacia el producto final que hoy nos ofrece, musica instrumental, sin palabras.
(...)
Traducción de un artículo escrito por Michael Hill
|